Balancín pequeño

Escalera oscilante Ser una vez surfista de olas Nuestra escalera oscilante transmite a los niños de su guardería, su centro de cuidado o su jardín de infancia esa misma sensación emocionante de un surfista. Al igual que en una tabla de surf, los pequeños también deben desarrollar en la escalera oscilante una sensación de equilibrio y control corporal. Porque la escalera oscilante nunca está quieta. Así, en la fantasía de los niños pueden surgir viajes aventureros por mares lejanos o emocionantes campeonatos mundiales de surf. Ya sea que la escalera oscilante se suba gateando o corriendo, que se siente o se esté de pie sobre ella, mantener el equilibrio exige concentración. De este modo la escalera oscilante se convierte en un reto emocionante. ¿Y si los niños no la quieren tan emocionante? Entonces los pequeños simplemente dan la vuelta a la escalera oscilante. Ya delante de ellos aparece una colina redondeada que incluso los más pequeños pueden dominar. Trepando por encima, rodando o deslizándose es muy fácil de lograr. Aun así, o precisamente por ello, el efecto estimulante del movimiento de la escalera oscilante sigue presente. Si un niño quiere retirarse, puede apoyar la escalera oscilante contra una pared y esconderse debajo. Dos escaleras oscilantes combinadas ofrecen un refugio para varios niños.Además: fortalecer la confianza en sí mismos Con el equilibrio y la escalada en nuestra escalera oscilante, los niños acumulan pequeñas y grandes experiencias de éxito. ¡Acabo de lograr algo de verdad! Esto naturalmente enorgullece mucho a los pequeños y fortalece la percepción positiva de sí mismos. Anime a sus protegidos a atreverse y reciba los fracasos con apoyo. Los niños que sienten que alguien cree en ellos también muestran con gusto lo que pueden hacer. Manténgase expectante. De cuero sintético fácil de limpiar por higiene Altura de un peldaño: 15 cm Edad: 2-4 años Dimensiones: 85 x 50 x 28 cm

Balancín - balancín de espuma 2 en 1 y colina

Columpio volador Confortablemente rumbo al vuelo Los niños ponen en práctica por sí mismos las más diversas formas de movimiento. De pie o en posición de cuatro apoyos explorar el radio de oscilación, girar y rodar como un carrusel, juegos de destreza, transportar objetos de un lado a otro, equilibrarse y mantener el columpio inmóvil. O simplemente mecerse acostado hacia el ensueño. No importa qué prueben los niños en el columpio — con cada uso del columpio volador se estimula el sistema del equilibrio y además se fomenta el desarrollo motor y cognitivo. Percepción corporal. Acción. Relajación. Con el columpio volador de KRAFT